LOS BUNKERS VUELAN A MÉXICO: "ESTE PRIMER VIAJE ES PARA IR TIRANDO SEMILLAS"
Por Matías Correa D.
Los Bunkers crecieron. Ya no son los muchachos recién llegados de Concepción con guitarras y canciones bajo el brazo. Siguen teniendo rostros de púberes pero se les nota que están más grandes. Pausados y con calma cuentan sobre el gran salto que están a punto de dar: el 14 de mayo están invitados a tocar al Festival Vive Latino en México — el mismo día del bullado reencuentro de Los Tres en ese escenario —, uno de los más importantes del país azteca y de Latinoamérica. Frente a lo cual dicen sentirse ''expectantes''. Según ellos, es lo mismo que pasó cuando decidieron venir de Concepción a Santiago, sólo que a una escala mayor. ''Es la misma lógica''. Francisco Durán es práctico: ''Las expectativas son las mismas que teníamos en un comienzo acá en Chile: hacer un trabajo de manera que la gente disfrute de las canciones''.
Esta es la primera gran oportunidad de lanzar su carrera internacional, a pesar de que ya estuvieron en Miami donde ''no se puede decir mucho, sólo tocamos en un club... y fue hace mucho tiempo además'', recuerda Mauricio Durán. Sienten que ahora tienen más que mostrar y que además se conocen las canciones. Álvaro López lo resume así: ''este primer viaje es para ir tirando semillas y ver en qué tierra crece mejor''.
En México han escalado rápidamente en los rankings musicales sonando constantemente en las radios juveniles, lo mismo ocurre en la comunidad latina de Estados Unidos donde están llegando a los puestos de mayor popularidad. También están invitados en agosto al Latin American Music Conference en New York, festival que, entre otros, lanzó a la fama a Café Tacuba a mitad de la decada de los '90.
Para el guitarrista y cantante de la banda es simple: ''Las expectativas se basan en que los temas ya están sonando, entonces eso es bueno porque hay harta gente que nos pide por correo, que vayamos a tocar allá. La idea es que a uno le vaya bien. Si no ¿pa' qué?''
¿Y qué les ofrecerán a los mexicanos y a Latinoamérica? ''Vamos a ofrecerles buenas canciones, en eso se basa nuestra música''.
¿Y qué pasaría con una posible comparación con Los Tres que puedan hacer los mexicanos? Para Álvaro López esto estaría ''bien porque ellos tienen buenas canciones. Supongo que la comparación viene de tocar con guitarra, bajo y batería''. Claro, los vínculos no se quedan ahí: además de ser Concepción la cuna musical de ambos grupos, Alvaro Henríquez, líder histórico de Los Tres, ha apadrinado gran parte de la carrera de los jóvenes penquistas llevándolos a compartir escenario en la popular Yein Fonda e incluso produjo el segundo disco que la banda sacó el 2002, ''Canción de Lejos''.
La modestia nace de las palabras de Mauricio Durán: ''La comparación, a los que debiera molestarle, es a Los Tres. Con toda la trayectoria que tienen, la comparación sería injusta con ellos''.
¿Rock star en Chile?
Los cinco son amables, de buen trato y risueños. La conversación fluye de manera natural. Los muchachos de Concepción no generan distancia ni son soberbios. La pregunta cae de cajón: cualquiera en su lugar se habría inflado más de la cuenta. ¿Qué hacen para mantener la humildad?
Álvaro López responde con un ''Mira oye'' que saca risas en los presentes. Mauricio Durán es más claro y precisa: ''Nuestra vida se trata de estar en la casa, leer el diario y estar con los amigos. El contacto que tenemos con todos ese mundo, y que pareciera como que fuera todos los días y a toda hora, en realidad son en los conciertos o cuando estamos de gira''. Y remata: ''Llevamos una vida absolutamente normal''.
Abundan las chaquetas glamorosas y lentes oscuros. Aunque parezcan ser como cualquier vecino, es evidente que lo de ellos es ser ''onderos'' y verse lo que son: estrellas de rock, aunque sea todavía en el circuito nacional, pero puede que por poco. Su estética, que parece muy bien pensada, trae a la memoria el rock and roll norteamericano de los setenta.
—¿Se puede ser rock star en Chile?
—No. Acá nadie va a ganar plata para comprarse un avión por ejemplo. Aquí se hacen millonarios otros, del mismo rubro, pero otra gente—, aclara el mayor de los hermanos Durán, nuevamente sacando risas entre sus compañeros.
Basualto se sincera: ''a mí me encantaría ser rock star, pero tiene que ver con una realidad que no nos corresponde'', para lo que Álvaro López busca ejemplos en la vieja escuela: ''Los Jaivas deberían ser rock star y ahí están''. El baterista lo apoya: ''Además, la visión que podamos tener nosotros de rock star no pasa por la plata, pasa por lo capo que son. Germaín de la Fuente para mí es un rock star... o Claudio Parra. Acá los músicos no tienen paparazzis''.
La entrevista termina, ya anocheció y hace frío. La avenida Los Leones aún está congestionada, pero el taco se diluye a esta hora. Los Bunkers hacen parar un taxi, se suben los cinco, amontonándose, haciendo chistes, y parten por la avenida hacia el norte dejando en evidencia lo precario que puede ser el Olimpo del rock nacional.
Esta entrevista fue publicada en La Segunda el 3 de mayo.
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