EDUARDO GATTI: "ESCRIBÍ 'LOS MOMENTOS' POR INFLUENCIA DIRECTA DE VIOLETA PARRA".

Por Matías Correa Domínguez
22 / 8 / 2006 1 PM
Tengo entendido que Los Blops ensayaban en la carpa de la Violeta.
No era en la carpa de la Violeta, era en la casa de ella... que había sido la casa de ella en la callecita... no me acuerdo el nombre en este momento. Una callecita en La Reina.
¿Por ahí por donde está Larrain?
Sí, más o menos. Que raro que se me haya olvidado, pero en todo caso ahí ensayábamos. Ahí fueron los primeros ensayos... bueno, en realidad los primeros ensayos fueron en el Ciclotrón de la Universidad de Chile. En el reactor nuclear digamos que había en ese momento, ensayábamos ahí, y después nos trasladamos a esta casa que había sido de la Violeta.
Lo leí hace mucho tiempo, en una entrevista que le hicieron, y contaba lo fuerte que había sido para ustedes la experiencia de estar en la casa de la Violeta.
Bueno, fue una bonita experiencia indudablemente pero la Violeta ya no estaba.
Lo que sí, yo tengo el recuerdo de haberla visto. A los 16 años más o menos mis papás me llevaron a la Peña de los Parra y yo no tenía idea en realidad de lo que iba a ver: tenía 16 años. Estaba en la onda de Los Beatles, de los Rolling Stones; esta era como una cosa de los viejos. Y me llevaron a este lugar; yo pensando que iba a ver folclore tradicional, no sé: cueca, tonada, algo así; y la verdad cuando vi lo que pasaba ahí... porque no fue solamente: me acuerdo haber visto esa misma noche a Patricio Manns. En el mismo show, digamos, estaba Patricio Manns y estaba Ángel y la Isabel a dúo y al final cantaba Violeta. Y para mí fue una cuestión que me cambió la percepción digamos de la música popular verlos. Jamás pensé que eso estaba hecho acá en Chile. No sabía que existía eso ¿no? Esa expresión, con esas letras. Además con una fuerza en la interpretación impresionante y con una armonía y una cosa... si bien basada en nuestro folclore pero totalmente nueva.
Se dice que ella fue un punto de partida, que revolucionó...
Bueno. Fue, yo diría, una especie de catalizador que vino a hacer su efecto cuando yo tenía como ya 18 o 19 años. Cuando empecé a buscar un camino más propio ¿no? De hecho yo compuse... Si compuse “Los Momentos” fue por una influencia directa de la Violeta. Porque concebí de que había ciertas formas de fusión entre la música folclórica nuestra, entre lo celta. Entre lo que yo había escuchado, entre lo que a mí me gustaba. Yo escuchaba en ese tiempo, me acuerdo mucho, los primeros discos de Leonard Cohen. Bueno, hubo varias influencias pero lo de la Violeta fue decisivo como para atreverme a hacer esa canción, en el fondo.
Marcó una huella profunda... Horacio Salinas me dijo que ella era una puerta de entrada. Que después de ella el paisaje musical chileno cambió absolutamente: dejó de aparecer el riachuelo con la cordillera y el árbol y apareció el hombre y sus problemas.
Exacto. Bueno la temática social, las letras inteligentes. Esas letras con analogías, que iban un poquito más allá de la tarjeta postal y eso a mi me marcó. Yo creo que nos marcó a todos en el sentido de que yo creo que si no hubiera existido la Violeta la música de muchos grupos como Los Jaivas, como Congreso, como Los Blops en fin, hubiera sido distinta: hubiera sido otra cosa.
Conozco parte de su discografía y sé que no toca temas de la Violeta.
No, no toco.
Pero ¿Por qué la gente joven, por qué Los Jaivas o los Inti-Illimani tocan temas de la Violeta? O como los Chancho en Piedra que tocan “Maldigo del alto cielo”.

O el Álvaro Henríquez que hizo una versión genial de un tema de la Violeta... no me acuerdo cual es.
“Arriba quemando el sol”.

Sí. Salvaje, preciosa.
¿Por qué pasa esto? ¿Por qué se recurre a ella hoy día?

Bueno, es un referente. Es como... no sé: como cuando uno escucha a Clapton que graba temas de Moddy Waters no cierto, de B. B. King, en fin: de todos los bluseros antiguos. Son como la raíz. En el fondo el blues es la raíz del rock y muchos grupos de rock o solistas de rock graban temas que en el fondo son su folclore.
Pero podría no pasar. Podría haber pasado que la Violeta pasara a la historia, al olvido, o hubiera quedado ahí como...
Es que era imposible, era demasiado buena. O sea era imposible. Es que es música que en el fondo te llega al alma. Y cuando esa música le llega al alma a la gente esa música no muere ya. No muere y de hecho siempre hay como un retorno a las raíces, es una cosa que se da mucho en música y hoy día se está dando un retorno un poco a la cueca, a la cueca chora a la cueca del Nano Nuñez. O sea siempre hay vueltas. Pero lo de la Violeta en ese momento fue como totalmente actual: la influencia de la Violeta fue inmediata. Porque murió la Violeta e inmediatamente... ahora, la forma dramática también que murió y todo yo creo que eso también de alguna forma contribuyó al mito. Y cuando hay mito hay creación.
¿Hoy día la Violeta tiene el lugar que se merece en nuestro país?

Yo creo que sí. ¡Yo creo que sí! O sea hay plazas, hay calles y en la música indudablemente que es una figura... Es muy raro que un músico chileno no cite a la Violeta, digamos, o la evite. Es muy raro.
Hay quienes dicen que la Violeta debiera enseñarse en el conservatorio, así como se enseñan las sinfonías de Bach debería enseñarse “El gavilán” y las anticuecas como un ramo.

Perfectamente. Debiéramos hacerlo porque es parte de nuestra cultura.
Pero no se hace.

No se hace no más. Bueno, como muchas cosas que no se hacen en Chile. Pero, por ejemplo los blues en Estados Unidos y en todas las escuelas y todo. O sea George Gershwin, por ejemplo, que es el mayor exponente, casi, de la música docta norteamericana está muy basado en el blues. O sea hay que tomarlo más bien como eso, como una contribución.
Pero bueno, todavía hay una cierta siutiquería en eso ¿no? Entonces como que la música docta todavía... Pero eso ya en muy poco tiempo más se va a terminar.
¿Por qué?

Porque hay una cosa como una relación de la música docta como con lo fino, como con lo aristocrático, como lo... (risas) ¿Me entiendes o no? O sea como una cosa como que es para algunos pocos selectos, digamos, que pueden huevón entender... Y no es así.
¿Por qué la certeza de que se va a terminar esto?

Porque se ha ido terminando, se ha ido fundiendo. Hoy día, desde Los Beatles en adelante ese mito se cayó. O sea Los Beatles grababan con miembros de la Orquesta Filarmónica de Londres y ahí la cosa empezó a cambiar y hoy día todas estas orquestas famosas han grabado con Queen y han grabado con esto y con el otro. Aquí mismo Los Jaivas hicieron una cosa con la Orquesta Sinfónica. Entonces eso es un cuento que ya es un poquito del pasado.
¿Pero llegará el momento en que Violeta se enseñe?

Seguramente. Y a lo mejor no solamente la Violeta, a lo mejor también... hay canciones maravillosas de Patricio Manns, que musicalmente son pero... están muy bien construidas, muy bien hechas... en fin.
Estuve hablando con el Lulo de la Legua York, me decía que la Violeta les había enseñado a luchar y que para ellos eso era lo importante. Él piensa que de alguna manera ellos son la continuación de lo que fue el Canto Nuevo. Por lo contestatario, porque sienten que nadie más ha tomado ese rol. ¿Qué piensa usted de eso?

Yo no sé, la Violeta por lo menos en la época en que ella sacó estas canciones y todo era obviamente una inquietud que todo el mundo tenía. En Chile había injusticias horribles. Por lo tanto eso en algún momento iba a salir a la luz ¿no? Y bueno, fue la Violeta y la Nueva Canción Chilena un poco la que estuvo en esa línea. Y después ya se fue ligando más bien como a una corriente muy determinada; muy del partido comunista o el partido socialista. Pero en su origen fue una explosión social. Una explosión en la forma de música, en la forma de cultura, pero una explosión social indudablemente. Que después se radicalizó más.
Me imagino que conoce perfectamente la discografía de la Violeta.

La conozco bastante bien. Sí.
¿Algún tema, algún disco o algún periodo que le guste más?

A mí el periodo que más me gusta es el de las primeras composiciones. Claro y el disco más conocido donde están “Run Run se fue pa’l norte”, “El gavilán”.
"Las últimas composiciones"...

Las primeras canciones y las últimas. Pero es que yo no se si hay más repertorio de la Violeta, porque la Violeta hizo...
“Casamiento de negros” en adelante.

Claro... ella tiene como dos periodos. O sea como el primer periodo y el último. No hay como un periodo entremedio...
Entremedio hay unas cosas bien interesantes que las ha rescatado el Ángel chico. El Ángel Parra chico, son unas cuecas y son unas cuecas que son para guitarra. Las anticuecas.
Esas son del final, no las alcanzó a grabar la Violeta.

No, en general digamos: el repertorio que yo conosco de la Violeta es ese. Del “Run Run” del “Gavilán”, de... no se, “Gracias a la vida”, en fin. Y el primer periodo que es “La Jardinera” no cierto. Y todo eso también son canciones maravillosas.
¿Tiene alguna predilecta?

“Run Run se fue pa’l norte” es una de mis favoritas. Es desgarradora, es preciosa.
Además de desgarradora ¿tiene algo más?

Musicalmente yo la encuentro muy interesante, muy bonita. Porque hay una fusión ahí, una cosa de la cosa altiplánica, como una cosa occidental también y hay una fusión muy con el charango: ahí hay algo, para mí, muy especial.

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