LUIS VERA, DIRECTOR DE VIOLA CHILENSIS: "ME ENAMORÉ A PRIMERA VISTA DE VIOLETA"

Por Matías Correa

2 / 9 / 2006 12.30 horas

Bar Cinzano / Valparaíso

En una entrevista dijiste que Violeta te parecía un personaje novelesco.

Bueno, la Violeta es un personaje tan inmenso, creo yo, tan poco explorado en todas sus facetas que yo creo que la Violeta tu puedes perfectamente no solamente hacer un viaje a través de una escritura literaria como una novela sino que, como yo me lo he planteado, no solamente en documental, sino que ya tengo dos versiones de cine ficción basados en la vida de la Violeta.

¿En guión?

Guión. Dos guiones que... uno tiene varios años y no se ha realizado en razón de la falta de presupuesto pa’ una película que requiere por sobre los 3 millones de dólares, puesto que parto desde el año ’17, atravieso fragmentos importantes de París y Ginebra en los años ’50 y eso significa reconstrucción de época lo cual es muy costoso. Pero la exploración del punto de vista del personaje novelesco, de este personaje tan lleno de aristas, tan multifacético, yo ya lo he encontrado en la mayoría de las teclas que yo puedo o alcanzo a tocar con la Violeta.

¿A raíz de qué surge este interés tan profundo por Violeta?

Porque yo creo que uno tiene una suerte de enamoramiento con determinados personajes en la vida; y a mí me pasó amor a primera vista con la Violeta desde muy pequeño: Yo era muy niño y mi padre me llevó a asistir a un concierto de ella, a un recital en la Quinta Normal y a mí me produjo tal impresión ver a una persona que representaba mucho de aquellos aspectos físicos que yo creía que correspondían a mi pueblo de Chile, pero que yo no veía en mi entorno de clase media, barrio Bellavista, entrada de Providencia, claro, entonces era para mi un descubrimiento antropológico y social muy importante. Y luego la impresión que me produjo eso me llevó por muchos años, me acompañó por muchos años como idea.

Después cuando yo encuentro y leo y escucho su poesía, su literatura y escucho su música que me acompaña por tantos lugares por donde yo anduve como exiliado y después como patiperro hacía que se me repitiera el personaje Violeta Parra y yo tuviese esta cosa así como asunto, como deuda pendiente que cumplir con esta mujer. Y después cuando ya empecé a saber cosas muy puntuales sobre su vida y la forma de vivir, la forma de encarar la vida, me junté aún más con ella porque ha sido mucho también mi actitud de vida en relación al sistema en que vivo, en relación a la sociedad que vivo, yo he sido permanentemente... he estado en cuestionamiento y en permanente conflicto con la sociedad en que vivo.

En el documental “Viola Chilensis” aparece escrito que este es un “Testimonio de lucha”, que es algo que compartes tú con ella, por lo que me estabas contando recién.

Sí claro: absolutamente. Es decir: una porque yo he tratado de mantener con mucha coherencia desde mi primera película hasta ahora, ya vamos llegando caso a los 28 o 30 años de trayectoria que yo tengo como cineasta y si tu revisas, tomas al azar, cualquiera de mis películas: documental, cortometraje, largometraje o que sé yo, vas a encontrar que en todas ellas, más allá de que te gusten o no te gusten, vas encontrar una coherencia de compromiso con mi actitud frente a la vida, frente a la posibilidad de una sociedad mejor y a un hombre, a un ser humano distinto, generoso, solidario, etc. Y eran cuestiones que la Violeta mantenía permanentemente como tema: el amor, la solidaridad, el preocuparse por los demás.

Eran motivo de su vida.

Claro, y toda esa gran acumulación de frustraciones y de amargura que le provocaba la sociedad, en su entorno más inmediato inclusive, la llevan a ella a veces este atentado tan grave contra si misma, como diciendo: “yo no puedo hacer compatible el mundo que yo quiero con el mundo que vivo”. Y bueno, las trágicas consecuencias son eso también.

¿Qué pasa con la Violeta: por qué tiene esa fuerza de atracción? ¿Por qué cala tan profundo en todos?

¿Por qué? Porque yo creo que ella debe ser uno de los seres chilenos que mayor orgullo ha tenido de sentir su origen. Violeta nunca renegó de las fuentes que alimentaron, que amamantaron su existencia creativa. Al contrario: siempre volvió a esa raíz, se preocupó de recorrer esa raíz. No solamente constató de donde venía, en su origen campesino y humilde, sino que además después cuando va creciendo y cuando va tomando contacto con otros universos como el citadino, el urbano, el de Santiago, ella en lugar de quedarse prendida y de tratar de conciliar ese mundo de creación de ella con la ciudad y empezar a hacer todas las concesiones, que la mayoría de los artistas permanentemente están haciendo, ella vuelve permanentemente a las raíces y empieza a recorrer lo más profundo de nuestra tradición tanto poética, oral como musical, en un impulso casi misterioso de qué destino la impulsa a ella a hacer eso. Porque lo hace sin ningún tipo de recompensa... Ósea: no es que ella se haya ganado un Fondart ni ninguna huevá porque no existían...

Al contrario: no tenía apoyo.

No lo tení, además sufrió de permanente incomprensión y eso le provocaba además grandes dramas domésticos porque teniendo hijos ella se sentía muy responsable de poder mantenerlos; puesto que los hombre con que compartía su vida generalmente eran muy irresponsables.

Claro, entonces ella tenía que asumir esta permanente doble militancia - que es una de las cosas que me atrae enormemente en ella - entre su vida pública y su vida privada.

¿Por qué piensas que la gente que hace hip hop, que hace rock, punk, que podría no tener ninguna ligazón con lo que ella hizo, la reconoce como una de sus influencias, una de sus raíces?

Bueno: porque ella fue una inventora, no solamente va a lo más profundo de la raíz llamada Identidad Cultural Chilena; si no que no solamente va y busca en esa raíz para convertirla y para transformar esa raíz en algo tan personal como es la obra de Violeta. Ella no es una repetidora como pueden ser los Cuatro Cuartos, Los Huasos Quincheros o no sé quién... la Silvia Infante y los Cóndores no sé... que repiten hasta el infinito una forma, una tradición, una costumbre y una forma musical y poética que está contenida en las canciones que es una receta, una fórmula que tiene que ver con lo chileno aparentemente. No, ella conserva eso, lo transforma, le da un giro y lo convierte en un estilo absolutamente personal que luego marca líneas, marca rumbos, como el de la nueva canción chilena que está marcada por la Violeta. Sin el estímulo de Violeta Parra Víctor Jara jamás se hubiese atrevido con los acordes de guitarra que él hace a fines de los ’60 y comienzos de los ’70; es bajo el amparo y estímulo de la Violeta que Víctor Jara se atreve a hacer eso. Como muchos otros. Como lo hace el Quilapayún, como lo hace Inti-Illimani, como lo hace incluso Patricio Manns. En fin. De manera que no extraño que hoy día los jóvenes y nuevos ritmos y nuevas variantes musicales al ir a la raíz de la música de entorno, de lo que somos, terminen buscando también en Violeta una fuente de... una vertiente de nutrición a su música y es por eso.

Porque luego, además, el recorrido que hace la Violeta por el mundo hace que ella combine, conjugue, amalgame, esa fuente original con este recorrido por el mundo que le hace a ella entender y refinar aún más este cuerpo y alma musical mezclado con la poesía pero también mezclado con una visión artística que tiene la Violeta del mundo; que están en sus arpilleras, que están en sus óleos son unas cosas asombrosas. Es decir: radicalmente se mueven entre Van Gogh, Gauguin y o Kandinsky, en un coktail increíble que surge de la capacidad que ella tiene de expresarse sin reconocer ningún tipo de escuela porque no las conoce; ella no es una estudiosa de esas escuelas.

Son películas enteras: el “Casamiento de negros” está en la casa de Nicanor, ahí lo vi, y está toda la historia contada, relatada.

Entonces por eso que no es raro, que a mi no me asombra, que los mejores cultores de la música actual y con la rítmica moderna deban encontrarse con Violeta Parra: tienen que encontrarse con Violeta Parra. Y si no están haciendo una demostración de ignorancia en relación a la fuente de cual ellos están realizando la música: ya sea que el hip hop, ya sea que el rapero inclusive no haya tenido su origen aquí se va a encontrar musicalmente, se va a encontrar en los acordes con canciones o con temas de vanguardia realizados por la Violeta Parra que en su momento fueron totalmente descartados por no corresponder a algún registro conocido de música.

Hay un tema que tu debieras escuchar atentamente y si no lo has hecho escúchalo varias veces: “El Gavilán”. Trata de meterte un día, una noche, quédate a solas con “El gavilán” para descubrir la cantidad de dimensiones que tiene un tema como ese que debe ser de lo más clásico que ha producido Chile. Pero clásico, cuando te estoy hablando de clásico te lo estoy comparando con Bethoveen, te lo estoy comparando con Mozart, te lo estoy comparando con... ¿Me entiendes? A ese nivel de fuerza expresiva.

Eso es algo que te quería preguntar más adelante. Pero volviendo a lo más básico que era esto del rock o del hip hop: la Juanita Parra me dijo que la Violeta podía ser la más rockera de todos, pero en el sentido que era muy vanguardista. Los Bunkers me dijeron: “Para nosotros la Violeta y John Lennon ahí: dos grandes íconos”. Puede sonar a blasfemia pero eso me dijeron.

Ahora, eso lo dice la Javiera en el documental mío y es muy posible que Los Bunkers hayan tomado de ahí porque es una visión muy particular y muy atrevida la de la Javiera; y yo creo que Los Bunkers, que vieron el documental en su momento, cuando apareció, puede ser que...

¿Y qué piensas de esa visión? Personalmente te parece que John Lennon... o sea: John Lennon es un icono anglosajón...

Pero no olvidemos que en lo anglosajón hay una vertiente musical fundamental de la civilización contemporánea. Ósea, más allá de los gustos, es indiscutible que la cultura anglosajona ha impregnado con su cultura muchas cosas pero, en particular, en música hoy día varios de los caminos de la música contemporánea de cualquier parte pasan por la capacidad que han tenido los anglosajones de sintetizar y sobre todo los ingleses. Porque los ingleses... acuérdate que los ingleses culturalmente en un momento llegan a ser el imperio donde no se ponía el sol y eso también lo viven los ingleses en su coktail cultural. Es decir: los ingleses tenían simultáneamente contacto con culturas africanas; con culturas asiáticas, con cultura asiática profunda: estamos hablando de la China milenaria, estamos hablando de la India milenaria; y al mismo tiempo que se conectaban con el caribe, con las Antillas; y todo eso evidentemente que también tenía el filtro porque una de las cualidades de los ingleses, tal vez, como colonialistas es que tuvieron la capacidad de permeavilizarse de esas culturas y al mismo tiempo entregar a esas culturas lo que eran ellos.

A diferencia de los holandeses que son unos hijos de puta. Por ejemplo los holandeses han arrasado medio mundo, o los belgas, y han dejado mierda: han dejado nada. Por ejemplo, no cierto, y eso te lo digo yo porque he recorrido universos donde han estado estos huevones y no han dejado nada. Los ingleses... pese a todo los ingleses, te digo, han tenido, en su colonización brutal, igual han tenido esta capacidad de trasmitir y absorber y por eso que un tipo como John Lennon y otros creadores. Pero un tipo como John Lennon, para responder a tu... es de alguna manera también una especie de destilado o destilización máxima de lo que puede ser un creador musical que es capaz de trabajar con la misma sensibilidad con Ravi Shankar que relacionarse y admirar la belleza con Yoko Hono. O sea: eso te da algunas pistas de la amplitud de John Lennon y yo creo que la Violeta tenía también esa tremenda generosidad para entregar y recibir, para escuchar, para mezclarse, para pedir que... y para hacer entender que nosotros en el culo del mundo necesitábamos también ser permeables a culturas que nos entregaran algo para no quedarnos en lo básico, en lo autóctono básico. Que tampoco es culturalmente síntoma de calidad el que tú te quedes en...

Es un museo.

Claro, es un museo: exactamente.

Al Tío Lalo le hablé también sobre este mismo tema: el rock y la Violeta Parra. Él me dijo: “Lo que pasa con la Violeta es que sentía que venía esta música”. Ella lo sentía y lo hacía, según él. Me cantó “¿Qué dirá el Santo Padre?” Con ese ritmo tan pesado y que “El gavilán” tiene algo de eso. Entonces según el Tío Lalo la Violeta sentía que venía este ritmo y lo hacía ella también.

O sea, mira: venía o no venía, está presente en la cultura radial de la época la presencia anglosajona, inglesa y norteamericana, de fines de los cuarenta y comienzos de los cincuenta. Y tú a comienzos y mediados de los cincuenta tienes a Elvis Presley ya bastante presente y cuando estamos a fines de los cincuenta Elvis Presley está muy presente. Y eso para una mujer inquieta y para una mujer con la oreja ¡todo el tiempo parada! Con la oreja así no era ajeno. Para nada. Además que en el caso de Elvis él llega a ser cultor también de elementos musicales de mucha amplitud que tenían mucha presencia en la música que se reproducía a nivel de radios en los años ’50 y comienzos de los ’60.

Está claro que él se convierte en un mito no porque existiera la televisión farandulera hoy día. Lo que hace la televisión hoy día es tratar de recuperar y entender como es posible que un huevón que surge y se impone en el mundo sin la ayuda de la televisión. Por ejemplo en Chile: en Chile la televisión llega el ’62.

Pero él tenía el cine.

Él tenía el cine. Y yo creo que allí también se marcan algunos elementos, como te digo, de comunicación, de relación, que en la cual con la sabiduría natural, que tiene el Tío Lalo, él interpreta muy bien de que evidentemente ya no solamente veía venir sino que yo creo que la Violeta vivía un entorno que marcaba una tendencia.

Sobre lo que ya me habías dicho sobre "El gavilán”, las anticuecas, los temas libres que tiene la Violeta...

Hay piezas para guitarra que son espectaculares.

Ernesto Holman me insistió que era gravísimo que la Violeta no se enseñara en las escuelas de música, en el conservatorio: que en un ramo en vez de pasarse a Brams, en vez de pasarse a Bach...

O no en vez: "Y".

Pero esto me lo señalaban en el sentido de que nosotros como chilenos tenemos que ofrecer algo musicalmente al mundo. No vamos a ofrecer jazz, no vamos a ofrecer rock...

No, ni cagando, pero si tenemos un clásico tremendo como la Violeta. Y para eso no hay que solamente conservar eso sino que eso debe sentir como estímulo, como pívot de las futuras generaciones que indaguen, que sepan, ¡que se informen al menos! Si es que no quieren optar por eso, de que existe esta fuente fundamental de nuestra cultura, de nuestro mestizaje, de nuestro australismo, en Violeta Parra.

Debería ser piedra angular de toda educación musical.

¡Y también en otras cosas! Yo recién estoy recibiendo por primera vez de parte del Ministerio de Educación dos encargos de mi documental de trescientos y cincuenta copias cada uno para bibliotecas de colegios municipalizados donde van a poder consultar, donde van a poder tener alguna relación con el documental de la Violeta. Que no estoy diciendo que sea un clásico el documental, pero sí la información contenida allí es fundamental para que los cabros entiendan quienes son estos personajes. Lo mismo hice con la Gabriela que acabo de terminar.

Pero quiero decir que ese desprecio, ese menosprecio de la cultura oficial por estos personajes fundamentales de nuestra cultura como es la Violeta, Neruda y la Gabriela. Porque ha habido un desprecio oficial clarísimo. Hoy día se preocupan porque hay eventos en los cuales tu puedes hacer al rededor de estos personajes. No cierto: puedes celebrar el centenario de Neruda y se transforma en una especie de gran... Pero diez años atrás Neruda era un comunista de mierda que había querido entregar el país al comunismo y a los cubanos. ¡Esa era la visión que tenía la cultura oficial de Chile! ¡Entonces es un problema muy grabe!

Con Pinochet...

No, pero no solamente con Pinochet. Si la Violeta no alcanza a conocer a Pinochet, alcanza a conocer la previa de Pinochet.

Si, pero tengo la impresión de que fue Pinochet quien cerró los poros de este país y que todavía no puede respirar de bien nuevamente... ¿O me equivoco?

Definitivamente sí, pero yo creo que ahí hay culpas también... acá hay incluso cuando te hablo de cultura oficial te estoy hablando de como la concertación y todo el estamento centro izquierdista de este país no ha logrado asumir el valor tremendo que estos personajes tienen. Entonces pasan todos los ’90 y andan dando vueltas las arpilleras y los cuadros de la Violeta; andan dando vuelta cajas de libros de Neruda que no podían encontrar su sitio hasta que la fundación se hizo cargo porque vieron un negocio atrás de esta idea. Y hasta el día de hoy la Gabriela no puede restablecerse: más de 25 mil documentos que no han sido clasificados y que están archivados en el congreso de Estados Unidos; no ha habido una gestión de parte de Chile para hacerse cargo de una herencia inclasificable dejada por la Gabriela Mistral.

¿Qué es lo que le importa? Que se enseñen tres poesías infantiles, que se le canten no sé cuantas rondas, de que los billetes de a cinco mil sigan teniendo la cara de la Gabriela y que dos o tres calles en las ciudades se llamen... o alguna plaza tenga el nombre de la Gabriela. Pero es un error no es preocuparse de la Gabriela Mistral.

Y la Fundación Violeta Parra que no tiene un lugar... Porque tenía un lugar.

Carmen 340.

Pero ya no está.

No, porque no han tenido... Porque bueno: por un lado le ha costado mucho a la Isabel... yo he tenido muchas discusiones con ella de distinto tono, pero reconozco en ella el gran valor que ha sido dedicarle a su madre, dentro de las posibilidades que ha tenido, el poder conservar y de alguna manera promover su obra. Pero ha costado mucho por todas las cosas que te digo: ¡Durante años las cosas han estado dando vueltas y nadie se ha hecho cargo!

Hay algo en el chileno que niega lo suyo.

Bueno, eso está inserto en el chaqueteo chileno como parte de... En algún momento también este país tendrá que andar buscando las películas de Raúl Ruiz porque nadie sabe donde van a estar y las van a tener los franceses y no nosotros.

Esa es la actitud de gran parte de los chilenos. Tampoco todos somos así, afortunadamente habemos personas como yo que se han ocupado de ciertos asuntos pendientes. Por lo menos a nivel de lo audiovisual. Y el caso tuyo que estás entre los chilenos que están en esta búsqueda, puta, también dejando huella. Así que tampoco podemos decir: puta que somos... ¡No! Existimos unos pocos, que somos pocos todavía, ¡pero que bueno que estemos!

¿Por qué “Gracias a la vida” es elegida la canción más importante del Siglo XX en Chile?

Puta, pero esa huevá vale callampa... que un jurado elija. En este país se eligen el mejor gol de la historia, el mejor deportista, la mejor película, la mejor canción. No: vale callampa. No creo que nadie, ni la SCD, tengan capacidad de poder discernir objetivamente cuál es la mejor. Ahora, “Gracias a la vida” es un himno indiscutible que trasciende evidentemente a Chile, trasciende lo continental. Se transforma en un himno humano de los muy pocos que existen en el mundo, como “Imagina” de John Lennon, que ocupan ese sitial casi por razones místicas, misteriosas... ¡Sin explicación! Ósea: la calidad es indiscutible pero la posición que tiene “Gracias a la vida” en el mundo es algo que está contenido no solamente en la belleza de su poesía ni en los acordes de su música ni en su melodía, sino que en algo misterioso que corresponde a estos grandes creadores. De ¿Por qué?... O sea por qué la “Monaliza” no es para nada la mejor obra de Leonardo y sin embargo es la más conocida.

Como te digo: hay datos que sobrepasan el juicio netamente estético. Hay hay cosas que pesan y que son las que tal vez en algún... Cada creador tiene en alguna obra... alguna obra es depositaria de todo el genio, y yo creo que “Gracias a la vida” tiene todo el genio de la Violeta.

Así como lo tiene “Volver a los 17”.

Sin duda.

Pero “Gracias a la vida” tiene algo más. A mí el Tío Lalo me preguntaba: “¿Qué crees tu que “Gracias a la Vida”? ¡No hay nada más grande que dar gracias a la vida!” Y tiene toda la razón, porque después de eso... ¿Qué más?

Sí, sobre todo ella. Sobre todo ella que la vida le dio tantas ingratitudes. Entonces yo creo que el acto estético unido a este alto valor que la Violeta le asigna a la vida es una revancha de ella frente a la vida. Es una revancha de la Violeta pese a que la vida casi, a veces, tercamente se empeñaba en decirle que todo su destino iba a estar marcado por la desdicha. En cuanto al amor: la Violeta nunca encontró el amor, porque cuando la encontró con Gilbert se le escapó: ella misma lo dejó escapar, no hubo un factor externo; fue la Violeta que lo echó “gringo hijo de puta ándate de aquí vago de mierda, hediondo, ándate huevón”.

Después partió a buscarlo.

Tantas veces que lo echó hasta que el gringo se fue de verdad. Pero ella misma dejó ir lo que ella había encontrado como el amor más importante y el más generoso que había tenido en su vida, que era este gringo. Entonces ahí hay un sino que habla todo en contra para que una mujer como esa pueda hacer un tema como ese y sin embargo es la gran revancha de la Violeta él decirle a la vida: “Mira lo que te agradezco, mira lo que te agradezco por todo lo que me has dado”. Es como elevarse por sobre... ahí es donde el espíritu ya logra tener una especie de espacio en si mismo que ya no obedece al código terrenal que tenemos nosotros. Esas personas ya están en otra.

Un cantor urbano me decía: “!Yo no sé en qué momento escribió esa canción porque lo pasaba tan mal!” Es lo que todos pensamos en algún momento.

Si, pero yo tengo esa explicación: es una especie de dar vuelta, de decir: mira la demostración que te puedo hacer yo, mira la demostración de grandeza que te puedo hacer yo.

Aparentemente, el reconocimiento a Violeta va a seguir creciendo y ya no hay nadie que se pueda desligar de ella: hay quienes no les gusta, hay quienes les gusta; hay quienes le deben y hay quienes no le deben, pero nadie se deja de relacionar con ella.

Sí, bueno. A mí me parece que es muy bueno que esto ocurra... Es un poco tardío.

Más vale tarde que nunca se le esté dando el lugar que... Ahora, hay mucho que descubrir, hay mucho por descubrir, hay mucho que recorrer en el universo de la Viola Chilensis y yo creo que... Como te digo: más allá de lo que sé conozca de ella seguirá siendo una fuente inagotable de inspiración a partir de entender que la búsqueda de lo nuestro nos puede dar la clave de hablar de nosotros sobre nosotros, pero no solamente para nosotros. Nos puede dar la clave para abrirnos al universo cada vez más. Y abrirnos al universo no significa que tu te tengas que parecerte a los otros para abrirte: tienes que parecerte lo más posible a ti mismo.

Claro: hay que figurar en el mapa con tu nombre.

Claro, yo acabo de hacer un paralelo en el festival de Cine de Valdivia en una conferencia que me tocó dar a propósito del cine iraní.

El cine iraní debe ser, hoy por hoy, uno de los cines más valiosos en cuanto a cinematografía del mundo hoy y el cine iraní no hace ninguna concesión a cosas raras ni a que se tenga que parecer un poquito a Hollywood, un poquito a Francia, un poquito a Suecia, un poquito no sé... a España: ¡No! El cine iraní hace cine iraní sobre su propia historia y pone la cámara y los temas están basados en el reconocimiento de lo que son ellos, y es hoy día uno de los cines que más asombro te produce en este recorrido por el alma humana, en este recorrido por... No: impresionante.

Eso que nosotros hoy día empezamos a entender tardíamente también en relación con la cultura universal está dado y está marcado por estos grandes ejemplos como la Violeta que no hicieron otra cosa que buscar en lo suyo, en lo propio.

Ya lo conversamos, pero ¿Por qué piensas que el chileno le da la espalda a lo suyo? ¿Por qué, por ejemplo, si yo converso con alguien en la calle le explico: la Violeta Parra... cuento la historia, cuento lo que aparece en “Viola Chilensis”, cuento lo que sé, me dicen: y? ¿Por qué el desprecio?

Bueno porque... Te repito: tampoco veámoslo como todos. Hay un sector....

...es un espíritu generalizado.

Si, hay una cosa así subcultura general.

Además, a la gente que le gusta tampoco sabe o conoce mucho.

Es cierto, pero ahora si tienen opciones de saber más. Ahora tampoco se pueden quejar de que hoy día no saben porque no tenemos con qué. O sea existe un documental, existen libros que se han escrito los últimos diez, catorce años, entre ellos el de Volodia sobre la Violeta también que es muy bueno, y en ese proceso uno se empieza a encontrar cada vez con mayores datos que puestos frente a la ignorancia que teníamos te da la opción de poder tener una mejor visión del personaje. Entonces es una cuestión de tiempo, yo creo que vamos avanzando.

Yo más que quejarme con tigo por ejemplo de que: “¡Chucha! El Ministerio de Educación nunca se ha preocupado de que de mi documental se hagan veinte mil copias para que cada escuela de este país: en Chiloé, en Coyhaique, en el Altiplano de frontera con Bolivia tenga para ver en un monitor o en una pantalla de televisión quién era Violeta Parra”. Más que quejarme de que no lo hayan hecho, me alegro de que ahora lo estén haciendo y que vamos en las setecientas copias, que van a lo mejor colegios elegidos, privilegiados que lo van a tener y después se irá... Pero hace cinco años atrás les mostraban fotos, si es que les mostraban una foto de la Violeta Parra, y generalmente con cara de culo. ¿No cierto? Así entonces: puta la mina; no te dan ni ganas de saber que es lo que hacía po huevón. Como la Gabriela que la han mostrado tantas veces así.

Entonces nosotros también estamos contribuyendo a dar vuelta esa imagen. ¿No cierto? A mejorar y a ir combatiendo la ignorancia que teníamos en relación a estos personajes.

Ahora: ¿Por qué? De nuevo la pregunta: Porque la australidad de Chile... porque esto de ser el culo del mundo le ha marcado siempre al chileno unos deseos tremendos de encontrarse con cualquiera que venga. Los argentinos, los que pasaran por aquí: ¡Puta que bueno que nos vinieron a ver que llegaron de tan lejos! Entonces, si traían algo ellos ¡Puta que era importante! Porque lo que nosotros teníamos no alcanzaba, no daba. Y eso sigue siendo una especie de destino medio negro de Chile. Ahora: esta modernidad, esta tecnología, las comunicaciones, el que hoy día tengamos la revolución de la Internet y que Chile sea uno de los países de mayor integración al mundo cibernético y de la navegación hace de que Chile en corto tiempo, es mi esperanza, se haya transformado de su australidad y de seres arrinconados cayéndose al mar y empujados por la cordillera, en personas que vamos a empezar a tener una mayor...

Sin embargo la globalización tiende a borrar los mapas y, sobre todo, la identidad de los paises más débiles culturalmente.

Bueno, por eso es que es tan importante la recuperación de estos personajes. Porque yo estoy de acuerdo en borrar las fronteras: yo estoy de acuerdo en borrar las fronteras físicas que nos separan de Bolivia, de Perú, de Suecia, de Camerún, de Australia. Yo creo que hay que borrarlas. Yo soy partidario de tener una ciudadanía planetaria y luchar por problemas comunes para resolverlos y dar satisfacción a todos los problemas que tenemos de nuestra infancia, pero no nuestra infancia chilena: nuestra infancia boliviana, nuestra infancia nicaragüense, nuestra infancia antillana, nuestra infancia de Senegal.

Nuestro problema de combustible.

Claro. Son todos problemas comunes, son más problemas de un país, y pa’ eso tienes que derribar la frontera.

Ahora, otra cosa es que eso signifique derribar o desconocer lo que significa el aporte que cada comunidad pueda hacer a la comunidad grande planetaria. Y esos valores, creo yo, van a ser los que van a subyacer en la carrera larga, de a dos o tres siglos más, cuando tengamos menos países, cuando seamos regiones, yo creo que aquí se van a reconocer las comunidades más que los países. La comunidad chilena aportó con Violeta Parra, a la comunidad chilena se le va a reconocer ese territorio y a esa comunidad, de ese lugar, por sus creadores y no por las cosas que van a producir. Eso es lo que va a prevalecer. Más vale entenderlo a tiempo.

Ese es el gran aporte, entre otras cosas, de la Violeta y yo me alegro que tu estés haciendo esto y yo me sumo y te colaboro porque es mi deber hacerlo; y tu deber es hacer lo mejor posible lo que estás haciendo: esforzarte en hacer un trabajo de calidad, de altura: hinchar pelotas. Tienes que elevarlo a la calidad que merece el personaje, no podía hacer una cosa para salir del paso: estay cagado: estay obligado a llevarlo al nivel más alto.

Lo que decía la Javiera Parra, que Violeta haría hoy día música electrónica, en el “Viola Chilensis”. ¿Qué piensas tu?

Yo creo que Violeta Parra hoy día haría todas las cosas que estén a su alcance para expresarse. No me cabe duda que la Violeta estaría hoy día también, hoy, haciendo documentales. Yo creo que sería una gran documentalista la Violeta.

Ella tendría más de ochenta años.

Si, pero yo creo que estaría con una inquietud y agarrando la cámara y denunciando cuanto se le pusiera al frente. Estaría absolutamente... estaría en actitud de rebeldía con toda está cosa mentirosa de que la justicia, de que no hay justicia, de que no hay... y de que se está tratando de establecer un olvido permanente en una sociedad que tiene tantos asuntos pendientes. La violeta estaría absolutamente en estado de... Muy viva, como lo está Nicanor... Nicanor, más allá de todo su porcentaje gaga y de glamour pendenciero; Nicanor es un compadre que tiene el valor de poner cosas... de rebelarte cosas a los 92 años que es asombroso, que yo le saco el sombrero. Entonces claro, y de movilizar. La Violeta estaría sin duda haciendo eso y peor. Porque la Violeta era mucho más atrevida que Nicanor.

Nicanor es un hombre que ha estado mucho más agarrado al sistema. Nicanor a sido un tipo que ha tenido que... Se sale de madre pero siempre ha estado como más protegido por la universidad, por los sectores de buena clase que lo han acogido. Él se ha codeado con los Huidobro en la buena, se ha cogido a sus mujeres, él.. ¿Me entendí? Él no es un tipo de así... Él ha estado dentro de la cosa. La Violeta no.

La Violeta, sus características físicas incluso la marcaban. Porque Nicanor siempre tuvo esta cosa medio aristócrata. O sea tú al Nicanor lo pones en cualquier salón...

Funciona perfecto.

No cierto... ¡Por favor!

Pero la Violeta tú la pones ahí y la pones hoy día: imagínate en los ’80, así como era ella que le gustaba ser la hippie antes de que existieran los hippies. ¡Todavía sería una inmanejable! ¡Ella era inmanejable!

¿Era hippie antes de que existieran los hippies?

Sí claro. Era la actitud de vida de hippie, de viva el amor, viva la convivencia, ¡Viva el amor libre! La Violeta era de gustarle un mino y bueno: vamos a ver qué pasa con él. Y esa ruptura de fronteras permanente hace que no tenga parejas estables; hace que no tenga un estilo musical estable; hace que no tenga un estilo poético estable; hace que no tenga un estilo visual, como artista visual, estable: ella pasa con una facilidad del cubismo al puntillismo, del puntillismo al impresionismo, del impresionismo... ¡Sí! : ¡En serio!

Esas imágenes que hay de la Violeta en el documental tocando “¿Qué he sacado con quererte?”, ¿De qué año son?

De 1962.

Cinco años antes de su muerte. Porque las fotos de ella más joven se ve muy fresca, en cambio en estas imágenes como un indio antiguo: ¿Eso es porque lo estaba pasando ya muy mal?

Es que ella... no es que lo pasaba muy mal: ella lo pasaba muy mal, profundamente mal porque se tomaba muy a pecho todo pero también lo pasaba muy bien al mismo tiempo.

Claro, por lo mismo.

Claro: lo pasaba muy bien al mismo tiempo.

Cuando escucho: “Ven acá regalo mío” pienso en: “la muerte que me has hecho...”, que está esperando para que la vaya a buscar.

Si, pero al otro lado tienes cosas de una vitalidad extraordinaria.

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