FLORCITA MOTUDA: ‘‘EL PERSONAJE ME DA CIERTA VISA DIPLOMÁTICA".

El excéntrico músico nacional analiza el comportamiento de la farándula y le da un diagnóstico positivo. Considera el brindis de Vértigo ‘‘habría servido para que Eduardo Cruz-Johnson diera su punto de vista’’.
Habla sobre su participación en la contracultura del gobierno militar y pone el ojo en las "lineas de pensamiento".
Por Matías Correa D.
En medio del canibalismo, humillaciones, cuchilladas y mea culpas de la televisión nacional, surge la voz de este díscolo personaje. Florcita Motuda lleva varias décadas en el ojo de la industria del entretenimiento nacional, pero de alguna manera ha logrado que lo suyo no sean los ‘‘escandalillos’’. Se sabe un tipo raro en el medio chileno y que esta aura de locura lo ha protegido en momentos difíciles. Como él dice: ‘‘Cómo le vamos a pegar a este tipo que está rayado’’. Pero hoy, cuando lo que se lleva en televisión son los dimes y diretes de una farándula bullante en actividad, la opinión y los desacuerdos son pan de cada día.
Florcita, lejos de considerar que la televisión haya degenerado, piensa que este es un paso necesario a dar: ‘‘ya empieza a aparecer el punto de vista, el cotejo de ideas, la fundamentación, la crítica al otro pero con un discurso elaborado que tiene la ventaja, en un país que se agarró a conchazos, de establecer el diálogo aún existiendo diferentes ideas desde distintas posturas’’.
Para él, el fenómeno de la opinología tiene la virtud de remontar sobre los comentarios e insultos sin asidero. Que programas como ‘‘S.Q.P.’’ son positivos para la sociedad. ‘‘Porque ahí hay gente de diferentes raigambres, de diferentes puntos de vista. Aunque seamos muy opuestos, este fenómeno de la opinología lleva a que la gente empiece a cotejar ideas pasando encima ya de los epítetos baratos’’.
Busca un ejemplo en el Congreso: ‘‘Ahora uno ve a dos políticos enfrentados y da lata que peleen. Va ser interesante que después que, en vez de pelear, empiecen a comparar: cuál es mi idea, cuál es la tuya. Ahí se llega al cotejo de ideas, a la ampliación de vocabulario, a la verbalización de lo que uno siente y todo eso’’.
Para Florcita, esto es lo fundamental. Ve el canibalismo en televisión como resultado natural de la exposición, ‘‘pero igual lo encuentro interesante porque todo lleva a la argumentación, a la discusión con el manejo de ideas’’. Y sigue: ‘‘Incluso hay más libertad, dentro del ámbito de la farándula, de dar un punto de vista. En ‹‹Vértigo›› nos tocó ir a la mina El Teniente y vimos que el trabajo de los mineros es bastante inhumano. Están sometidos a silicosis y a otras enfermedades ¡y los exámenes médicos son una vez al año! ‹‹S.Q.P.›› me llamó la semana pasada y les hablé sobre eso. Entonces uno puede verter ahí una crítica dentro del ámbito de la farándula’’.
En la misma línea, considera que el polémico brindis, sobre la nacionalización del cobre hecha por Allende, habría servido para que Eduardo Cruz-Johnson diera sus razones. ‘‘Me hubiera gustado que él dijera: yo no brindo por la nacionalización porque mi opinión es que perjudicó al país por A B C motivos. ¿Cachái? Y llegáramos a un cotejo. Aunque fuera cortito y que lo tijereteen un poco, que lo editen, pero ahí metemos el tema de la confrontación de ideas’’.
-¿Estos son síntomas del fin de la transición?
—Sí, mira tú: los pingüinos tienen un tremendo vocabulario compadre. Yo quedé para adentro, fue fantástico que tengamos esas señales de la juventud. Se decía que los jóvenes no estaban ni ahí y ahí están. ¿La farándula es asquerosa? Y bueno, está modulando. Le está enseñando al país, por lo menos en el SQP, a cotejar ideas. Ahí está la Pamela que deriva de movimientos de izquierda y otras personas que tienen otros pensamientos políticos y cotejan ideas, y se sonríen y aprenden a hacerlo frente a la cámara. No es por la espalda es de frente.
HAY QUE PENSAR EN LA MIRADA INOCENTE DE LOS HIJOS
-De todos modos, hay una agresividad muy fuerte.
De ahí venimos. Estos son los últimos pataleos de la dictadura. Donde jugamos un rol muy importante la Patricia Maldonado y yo. Porque le pusimos carita a los diferentes bandos. Había un odio sin cara. Ese odio que trata al otro de enemigo. En cambio, detrás de mi carita hay hijos, familia, hay algo más de humanidad. Detrás de la cara de la Patricia Maldonado, que puede parecer desagradable, están la cara de su esposo, las caras de sus hijos y hay ahí una figuración que humaniza más en cierto modo el asunto. Aunque hay un gesto igual de oposición.
-¿Qué relación tienes con ella?
-Yo no tengo relación con ella y, para mi, encuentro valorable que ella manifieste su opinión cara de raja tal cual es. A mi me gusta saber con quién cuento y prefiero mil veces personas como la Patricia, que de cara muestre sus cuestiones, a otros que andan por ahí fondeados y que han tenido responsabilidad directa en muchos atentados en los derechos humanos. Andan por ahí piola, pasándola, y no se manifiestan y nadie sabe donde están.
-¿Te parece que en televisión aún hay mucha gente que no da la cara y que no ha respondido a sus responsabilidades?
-Si, así es: hay gente que aun no responde a sus responsabilidades y no manifiesta opinión tampoco. No las han asumido. Y también hay gente que todavía sostiene verdades, entre comillas, insostenibles. Ósea, yo pienso que la Patricia Maldonado tiene que pensar en sus hijos, en la mirada inocentes que ellos tienen, cuando defiende a Pinochet sabiendo que ya, legalmente, hay bastantes elementos que dicen que Pinochet fue un asesino y un ladrón. Entonces ella no puede seguir sosteniendo ese pinochetismo a ultranzas y amurrado considerando que sus hijos van a seguir y van a apoyar esos puntos de vista. Tendría que decirles: hijos, yo no estoy de acuerdo con este caballero ahora. Para liberar a esos hijos de esa posición que sus hijos van a sostener en su colegio frente a una verdad ya histórica. Igual, el Eduardo Cruz-Johnson, no puede livianamente decir: mira, yo tengo pena que Pinochet haya llegado enfermo y yo siento que aquí y allá. Sabiéndose todo lo que se sabe de él y eso involucra a sus hijos en una línea mental. Hay que proyectar más allá de las consecuencias que tienen las ideas que uno lanza más allá de uno.
-¿Y tú te haces responsable de tu línea?
Claro, yo me hago responsable, y mis hijos tocan conmigo y no estamos defendiendo nada que históricamente no haya sido demostrado.
En mi vida familiar también sirve bastante el procedimiento del disfraz. Como yo me disfrazo y soy Florcita Motuda y salgo cantando y hago locuras. Y después digo "la cagué, no estoy de acuerdo con eso que hice". De repente, entre broma y broma, los cabros chicos ven en uno un personaje y también ven en uno una idea, y si algo les inquieta de la idea después me lo preguntan "¿Qué es eso que dijiste? Etc, etc". Es extraño, pero yo estoy liberado frente a todo el mundo con el personaje, el personaje tiene un cierta visa diplomática.

Comentarios

Claullitriche dijo…
Ya poh Matias! cúando actualizamos??!!

saludos de otoño
Claullitriche dijo…
...feliz 2007 Matias!... cuándo vuelves por estas tierras virtuales??? un besito

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