EDUARDO PARRA: "ME SIENTO EN MISIÓN HASTA EL DÍA DE HOY"

En el año 2004 se produjo un gran sismo en la carrera de Los Jaivas. Al empezar aquel año muere el Gato, fundador de la banda y nada menos que guitarrista, cantante y flautista. El puesto que dejó con el tiempo sería cubierto por tres personas... tres para una: Eloy en lo vientos, Aurora (hija del Gato) en la voz y Ankatu en la guitarra. Hoy su lugar lo ocupa Carlos Cabezas en la voz y vientos, Ankatu sigue presente buscando nuvos giros a los ya históricos punteos de su padre. Los funerales del Gato se extendieron por tres días en la estación Mapocho convirtiendose en una de las mayores romerías que se vieran en la capital. A los meses murió Eloy, dejando desconcertados no solo a sus compañeros sino que a todo Chile que no se explicaba tal desgracia.

Esta conversación con Eduardo Parra, músico fundador de Los Jaivas, tuvo lugar a las pocas semanas de la partida de Eloy. Dos días en la segunda semana de mayo en aquel 2004 tan impactante (hay que recordar la muerte de Jaime Vivanco, de Congreso, al día siguiente de la partida del Gato).

Eduardo habló sobre el futuro de Los Jaivas y de como se enfrentaron la perdidas; sobre la historia de la banda y el compromiso con lo latinoamericano. También habla sobre su vocación literaria y el libro que publicó a fines de ese año. Con ustedes Eduardo Parra.

Por Matías Correa

5/5/2004 1:30 pm Casa de amigos de Eduardo en calle El Galeón, Las Condes.

"Si bien es cierto que esto nos desequilibra: La partida de Gato, la partida de Eloy: Pa` qué vamos a hablar de la partida de Gabriel. Pero como esto es lo nuevo, lo más actual... nosotros tuvimos la voluntad de continuar. Por varias razones. Yo no soy justamente el más encargado de hablar de esto por que a mi la muerte de Gato me afectó mucho, y yo creía que no íbamos a continuar. No pensé en nada: me fui pa` adentro. A Mario (Mutis) le pasó algo parecido. Nosotros dos no teníamos el más mínimo interés en escuchar la palabra grupo, la palabra continuar. Sin embargo nos duró poco porque vimos que Claudio (Parra) y los otros tenían esa intención o proposición: en vez de echarse a morir, en vez de sentirse destrozados, teníamos que hacer de tripas corazón y continuar. Continuamos como ya se sabe. La ayuda popular nos hizo muy bien: fue una inyección de optimismo muy grande. Son ejemplos el funeral de Gato, el funeral de Eloy. O nuestras llegadas a la provincia; por ejemplo en Puerto Montt. Puerto Montt fue a las lagrimas, porque era demasiado, porque la gente lo único que nos decían era: “¡Sigan, sigan!”. Y no era un público joven, aunque los había por supuesto, habían señoras de setenta, ochenta años, de todas las edades más avanzadas; y estaban esperando en la calle hace horas. Lo peor fue que esa vez no tocamos: nos falló el generador eléctrico y nos fuimos de Puerto Montt sin haber tocado. De todas manera iba a venir rápidamente el golpe de la desaparición de Eloy. Entonces, cuando parecía que nosotros nos estábamos recién preparando ahora como para hacer algo a nivel creacional, con este otro golpe de nuevo se desajusta el grupo. De pronto aparece algo inusitado, que es justamente contra la muerte: es la vida. Viene un nacimiento en camino. La Juanita (Parra) ya lo había pedido. O sea nosotros, supuestamente este años deberíamos estar embarazados. Claro, porque la Juanita ya lo había pedido; pero nosotros nos fuimos haciendo los tontos, y bueno, que entre las muertes y que esto y lo otro, la Juanita no tuvo tiempo de exigir su natalidad... su estado natal. Por lo tanto, la creación quedó postergada para el próximo año. Entonces nos vamos a receso. No vamos a buscar a una baterista que la remplace. El receso será durante junio, julio y agosto, pero vamos a volver al ataque en septiembre". "El receso se da porque los contratos no estaban muy buenos para el invierno, y como Claudio y yo vivimos en Francia, no nos pueden tener un mes con uno o dos contratos, y al mes siguiente con dos más. Si vamos a venir sería por un programa interesante". "Pero lo que te quería hacer ver: el nacimiento de una criatura que propone la Juanita es interesante, puesto que al final de cuentas es una criatura que nace en el ceno del grupo: Ósea va a ser una especie de lucha contra la muerte. Va a ser todo lo contrario de lo que nos ha venido aconteciendo estos últimos años".

¿Después de la muerte de Gabriel se da paso a otra forma de hacer música, se trabaja más lo que es una canción en su forma natural?

Sí y no. Nosotros siempre quisimos proponer en la música desde los primeros momentos del grupo, sin contar los tiempos de corbata y humita, cuando empiezan los Jaivas, no teníamos claro que música íbamos a hacer, cuado vino la crisis, pero después nosotros estábamos comprometidos con la canción puesto que durante toda nuestra época de fiesta habíamos cantado mucho tangos, boleros, cha cha cha, toda la música popular que es prácticamente canción. Nos habíamos hecho responsables de algo que nosotros no sabíamos, teníamos una formación instrumental ya.

Se hacen canciones antes de la muerte de Gabriel, pero hay un corte ahí en que se empiezan a usar mucho más los teclados y los sonidos de sintetizador, y se empieza a perder la experimentación.

Yo creo que tienes razón. Lo que pasa es que nosotros también no habíamos usado mucho los teclados. El órgano en La Vorágine aparece poco, por una razón muy simple: para poder hacer El Volantín nosotros vendemos el órgano. Entonces los teclados, que eran algo que me importaba mucho a mí, se demoran en empezar a aparecer. A tal punto que la conclusión final es Hijos de la Tierra, donde nosotros nos proponemos usar el piano lo menos posible puesto que los teclados no habían tenido su aparición preponderante.

Nosotros veníamos desde Sí Tu no Estás con la idea de hacer canciones tradicionales latinoamericanas, que después se transforma en hacer nuestras canciones con ritmos de acá. Esto se cristaliza en Hijos de la Tierra, lo mismo que había sido relativamente frustrado en el disco anterior. Y aquí es donde aparece la Juanita.

En este momento cambia la dinámica. Sale Gabriel y entra Juanita. ¿Cómo cambia el trabajo de creación?

Hijos de la Tierra es muy importante por muchas razones. Primero que nada porque nunca Los Jaivas se habían demorado cinco años de taller para un disco. Creo que a lo más podríamos decir que para alguno nos demoramos un año. Pero este taller fue riguroso. Fueron cinco años que nosotros estuvimos encerrados. Pero ¿Qué pasó? Estábamos encerrados con la Juanita Parra, y la Juanita Parra tenía que aprender a tocar la batería definitivamente. Porque ella tenía la base, pero en el taller se fueron produciendo muchas cosas importantes. El taller para ella fue terrible, y la admiro por como lo soportó, por que siempre, todos los días, sistemáticamente salía la famosa frase: “Por que Gabriel...” Agotador. Creo que una o dos veces se fue pa` abajo, quizá a las lágrimas... no me acuerdo. Y fue poco, nada. Tubo mucha fuerza de voluntad. Todo era Gabriel: porque Gabriel hacía esto, Gabriel hacía lo otro. Terrible pero se nos salía solo. Ella finalmente lo asumió: el fantasma de Gabriel en su propia batería.

¿Cuál es la dinámica de creación? ¿Alguno llevaba la batuta? ¿Hay o había liderazgo a la hora de componer?

El trabajo de taller que más recuerdo fue el de Hijos de la Tierra: nosotros dejamos correr la cinta y empezamos a hacer ciertas improvisaciones; de pronto el Gato podía simplemente empezar a hacer una armonía y espontáneamente alguien lo seguía, ya sea el bajo o la batería, y después en el día revisábamos la grabación. Yo tenía a cargo la grabadora y la prendía en los momentos álgidos del asunto. No es que tenga miles de fragmentos de dos minutos, sino que a veces dejaba correr la cinta quince o veinte minutos. Después venía el trabajo de estudio de esas cintas. No había ninguno que dirigiera. Hacíamos sesiones de audición de lo grabado por que se nos iba juntando. O a veces, para alivianar el trabajo de todos, yo mismo los revisaba en la casa y les proponía escuchar ciertos fragmentos que me parecían más interesantes.

El caso del Tren a Paysandú es bien violento: durante la tarde sale la armonía y el tarareo de Gato, ya con ciertos aires de lo que iba a ser después la canción en los teclados; durante la tarde, en mi casa, pongo lo que se había hecho en taller de esa posible canción y me sale la letra inmediatamente. Esa noche escribo la letra. Al día siguiente llego al taller y les pongo el fragmento de grabación. Les muestro lo que escribí y les digo que está en el tarareo del Gato. Esa canción sale en dos días. No me acuerdo de otro que haya sido tan rápido. Hubo otro tema de ese disco, que se llama Virgen del Amor, que estuvo dando vueltas cinco años: la primera parte era la segunda y después la segunda era la primera, la primera se pasaba para el medio y había una tercera; estuvimos dándole vueltas a Virgen del Amor hasta el cansancio y por fin dimos con el arreglo. Siempre guardando, llamémosle, la vieja tradición jaiviana de que tenemos que hacer un tema instrumental; por lo menos que tenga mucho de expresión instrumental. Desde el principio de la banda siempre pensamos en una “canción leed”, esto es que el canto tenga la misma importancia que los instrumentos. Por lo tanto no es solamente una guitarrita acompañando al cantante, sino que pueden haber violines y trompetas que vallan haciendo cosas importantes. Cuando hicimos mira niñita, por ejemplo, nosotros pensábamos en una canción leed y se nota puesto que hay varios solos: de guitarra, de piano, hay apariciones de flautas.

El taller de Hijos de la Tierra, para mí, es uno de los más alucinarte del grupo porque la Juanita definitivamente consolida su aprendizaje en la batería dirigida especialmente a Los Jaivas. Habían muchas cosas que la Juanita se había saltado y que teníamos que retroceder desde que nosotros éramos cabros chicos. Por ejemplo ella no sabía hasta ese momento lo que era llevar un wrigt (platillo).

¿Qué representaba el Gato dentro del grupo?

Gato era el cantante, siempre lo fue, y cada vez se fue haciendo más cantante.

Para nosotros fuimos siempre un grupo de hermanos y amigos, y entre nosotros no hubo nunca esa especie de simbolismo que la gente quiere ver, que ha visto incluso, y que se ha propuesto que existe y nosotros no lo hemos negado, porque ¿Para qué lo vamos a negar? Pero sin embargo nosotros nunca vimos el grupo desde afuera. Siempre lo vimos desde adentro, siempre nos consideramos amigos, y siempre fuimos los mismos chacoteros y peleadores desde los dieciséis años. De la discusión a los juegos y al palomilleo. Nunca dejamos de ser un grupo de amigos, nunca nos tratamos entre nosotros de maestros. Nunca nos tuvimos esa distancia, o el respeto que actualmente nos tiene el pueblo chileno. Nos ha incluso dividido, a cada uno le tiene su respeto. Ellos han inventado todo esto de la voz... nosotros nos hemos guiado mucho por la voz del pueblo chileno en todas esas decisiones. Cuando murió Gabriel, los diarios dijeron que había muerto el líder del grupo. Después cuando murió Gato también dijeron lo mismo: que murió el líder del grupo.

Ahora con Ankatu, Aurora hay un cambio. Otra generación, no crecen juntos, no tienen la misma información. No son los amigos de la infancia.

Fijate que siempre hemos abierto las puertas del grupo y las personas que entran lo hacen como mimetizándose con nuestra manera de ser. Se comienzan a relacionar de la misma manera. Claro que nosotros no les exigimos otro tipo de relación.

¿Y de qué manera cambia el trabajo?

Claro, esa es la pregunta: ¿En qué van a colaborar Ankatu y Carlitos Cabezas en la nueva canción del grupo? Es una incógnita que tenemos nosotros, que tengo yo mismo. Como no hemos entrado a taller juntos uno no sabe lo que va a pasar.

¿Ellos van a tener voz en el grupo, o van a ser simplemente instrumentistas?

Cuando nosotros vamos a taller estamos todos en las mismas condiciones; es decir: el trabajo de taller vamos a seguir haciéndolo absolutamente igual; a menos de que haya una idea principal, como fue el caso de Mamalluca o el de Machu Pichu. Pero no fue el caso de Hijos de la Tierra, ahí nosotros dejamos correr la cinta improvisando. Para nosotros es una incógnita el próximo taller, ¿Quizás cuando va a venir? Y va ser de todas maneras después del 2005. Porque no va a ser antes, no va a ser este año.

¿Tiene intenciones de pasar el resto de su vida tocando en Los Jaivas?

Sí. Yo creo que todos nosotros tenemos las mismas intenciones: Mario Mutis, la Juanita Parra, Claudio Parra y Eduardo Parra. Por lo menos de eso yo meto las manos al fuego. Los otros son más autónomos que nosotros. Ankatu está presionado por los dos grupos (Los Jaivas y Los Waikas), ya en los últimos días no pasó nada grabe, pero hubo ciertos pequeños conflictos porque tenía que tocar y “que como iba a tocar”, se están ya produciendo tiranteses que proponen... no sé que están proponiendo, pero Ankatu es ambivalente. No es el caso de Carlitos. Él está con nosotros, aunque cumple otras labores cuando está desocupado. Ahora está llevando la voz. Eso es muy interesante porque nadie pensó que podía pasar eso.

Ankatu y Carlos deben estar llenos de búsquedas musicales.

Carlitos de todas maneras. Se ha presentado como un incondicional hacia Los Jaivas, por él que nosotros ya hubiéramos hecho mil canciones y discos juntos. Él está esperando y le queman las manos por eso, pero a la vez es muy respetuoso con nosotros. Ósea: si me lo ha dicho ha sido en el mejor de los tonos y en la mejor de las ondas, y ni siquiera como una exigencia, ni siquiera como una proposición; más bien como pregunta, nada más. Entonces de todas maneras él es incondicional con el grupo, está esperando que nosotros le digamos lo que hay que hacer y cuando llegue ese momento él lo va a hacer. Él se considera a si mismo un músico clásico, puede hacer de todo, lo que sea, pero es tan incondicional a Los Jaivas que va a seguir la línea del grupo de todas maneras. Ankatu también es incondicional a la línea del grupo, o lo que él pensaría es la línea del grupo, pero Ankatu tiene otro grupo. Entonces es incondicional respecto a su corazón frente a la música de Los Jaivas, pero no es incondicional con respecto a su profesión. Él está entre dos aguas, entre dos fuegos; para él es difícil la situación. De todos modos él es un exegeta de Los Jaivas, un jaivomano o jaiviano: se vanagloria de saber las fechas, así como un biógrafo: “esto lo hicieron en tal fecha...”. Es seguidor de Los Jaivas, no solamente hijo, sino que seguidor de su padre y de todo el grupo. De echo los solos del Gato el se los sabe de memoria. No le ha costado. Delante de nosotros él nunca había tocado un solo, pero dice: “¡Ah, ese solo me encanta!”, Y a los diez minutos ya lo está tocando. Es incondicional, pero en un momento va a llegar un momento en que va a tener que decidirse por uno de los dos.

¿Que proyectos tienen?

Vamos a montar Machu Pichu para presentarlo lo que queda el resto del año cuando regresemos en septiembre. Desde ese mes hasta parte del verano nosotros lo vamos a andar presentando. Después viene el receso por embarazo de la Juanita, y lo que venga después mejor no aventurarse. Vamos a estar esperando que la Juanita nos diga: “Ahora puedo tocar batería”. Eso es lo que vamos a estar haciendo nosotros. Ella es la única que va a poder decir cuando, y no le vamos a poder decir que cuando el niño o la niña tenga un mes o tres meses. Eso lo va a decidir ella, y por lo tanto el receso es indefinido.

¿Ustedes no se ven haciendo otra cosa?

Yo tengo mi trabajo paralelo: poesía y literatura. Pienso que el año que viene voy a tratar de terminar mis proyectos literarios. De avanzar lo más posible y tratar de hacer otra publicación. Puesto que este año “Ruego por ti Valparaíso” (libro de poemas) sale de todas maneras. Tendría que aparecer, en principio, por septiembre u octubre; y ya tendríamos un nuevo libro de poesía. Y después, en el 2005, quizá pase a un ensayo en vez de pasar directamente a la narrativa. Es un ensayo que ya tengo bastante avanzado que es sobre el pensamiento poético de Juan Luis Martínez, mi gran amigo. Fue con el que inventamos la poesía objetiva. No te voy a decir que “La Nueva Novela” debió haber sido firmada por Juan Luis Martínez y Eduardo Parra, pero el concepto de esa poesía lo inventamos juntos. La manera de concebir esa poesía, por qué Juan Luis Martínez hace esa poesía, es un estudio de un equipo de trabajo. Éramos varios: los hermanos Rivera, que son dos pintores, Eduardo Parra y Juan Luis Martínez, que fueron ya los que estaban en el laboratorio.

Y nunca quiso sacar un libro como: "La Nueva Novela” (de Juan Luis Martínez)

No, eso yo lo voy a contar en el estudio. Te anticipo que hubo un rayo misterioso y yo dije: “yo me voy a quedar con la lírica y tu te vas a quedar con lo otro”, con eso que habíamos inventado juntos. Mira tu que decisión más tonta, al final de cuentas, pero parece que yo tenía que cumplir una misión con la lírica, de todas maneras. Y ahora se está viendo que no era mentira. Yo creo que en el caso de Mamalluca fue donde definitivamente comienza a cumplirse esa misión; ahora, insisto, en Ruego por ti Valparaíso va a verse más claro todavía la misión que tenía que realizar en esta historia de la literatura.

De el ensayo me falta ponerme a escribir; pero ya tengo los capítulos, tengo las ideas y muchas redacciones. Especialmente los primeros capítulos, que son los más simples, los tengo ya redactados. En cambio para los más difíciles voy a tener que llegar a Paris a estudiar mucho. Quiero aprovechar el receso y terminarlo el próximo año, porque creo que es el paso más lógico que tengo que dar, por que en Ruego por ti Valparaíso se van a dar muchas claves que van a tener que ver con este libro de ensayos. En barbecho tengo como tres o cuatro novelas, están a medias las ideas y que se yo...

¿Que búsqueda hay en su novela?

Generalmente son búsquedas de la conciencia del hombre, de la conciencia humana. Siempre he pensado que nuestra mente es mucho más grande de lo que uno mismo puede llegar a creer. Creo que nosotros podemos alcanzar estados absolutamente desconocidos todavía por la propia humanidad. Entonces yo me inclino, en general en mis novelas, a poner en jaque a la mente misma y a tratar de proponer caminos, técnicas y proposiciones, que conduzcan a salir de lo cotidiano, a salir de esta sociedad que nos tiende a estatizar, a dejarnos plastificados: sin movimiento. La sociedad siempre pretende momificarte: al estado le molesta que las ovejas se escapen del carril. Es preferible para el estado que todos estemos ahí pastando, tranquilos.

A mí me gusta la literatura en si misma: cuando los personajes dialogan, o las bellísimas descripciones, ya sean de paisaje o psicológicas: de la mente humana. ¿Qué estaría pensando? Entrar en la mente del personaje; que eso no es ningún misterio para los novelistas. De todas maneras hay que profundizar. Falta mucho en la narrativa en cuanto a profundizar, justamente en las características que nosotros podamos tener en cuanto a seres humanos, como habitantes de este planeta y del universo.

6/5/2004 2:30 pm Restauran Rosita en el Pueblito de los Domínicos.

¿Por qué siguen Los Jaivas?

Seguimos por que siempre quisimos hacer una obra musical. Eso está claro. La voluntad de hacer una obra musical nos juntó. Seguimos porque, demás está decir que la amistad que nos une, la hermandad que nos une, el amor que nos une, los lazos sanguíneos y toda una vida juntos, lo que siempre primó en nuestra comunidad fue que nosotros teníamos una obra que hacer. De todas maneras: la música fue fundamental. Incluso hubo conflictos en nuestras familias, porque nosotros pensábamos más en la música que en ellas. Nosotros nos jugamos por la música. Nuestras familias nos tuvieron que acompañar, y no nosotros acompañar a las familias, ni ser unas familias que se juntaban los maridos a tocar y a ir de gira. En la misma comunidad de la que tanto se ha hablado, la que tanto se ha elogiado, tienes que entender que seis o siete familias no dejan de tener sus problemas. Si ya un solo matrimonio de pronto tiene conflictos siete matrimonios juntos van a tener ciertos conflictos. Pero de todas maneras, si se quiere llamar conflicto a que nosotros estábamos avocados a nuestra pasión que ha sido siempre Los Jaivas.

¿Qué les falta por hacer?

Nos falta hacer algo que nosotros mismos no sabemos. De todas maneras hay un trabajo sinfónico que a nosotros siempre nos ha interesado. Mamalluca representa ese interés. Nosotros tenemos una obra que se llama Letanías por el Azar, que es quizás la obra donde se ejemplificó todos nuestros afanes y sueños músico-sinfónicos. Todavía es inédito, pero tiene muchos años. Debe tener, quizás, unos 29 años. Lo hicimos en Argentina.

La obra de Los Jaivas puede que no la lleguen a terminar...

De alguna manera yo creo que las obras para muchos, para casi todos los autores del mundo, quedan inconclusas. Hay que realizar. Me siento en misión hasta el día de hoy, no he dejado de sentirme de esa manera, y sentimos que nos falta, por lo tanto queremos cumplirla. Cuando íbamos a hacer las obra sinfónicas de Los Jaivas nace Mamalluca. Yo digo que Mamalluca se metió por los palos y nos echó por tierra el proyecto sinfónico. Aunque también es una obra sinfónica no dejó salir a la luz Letanías por el Azar y el Corre que te Pillo que son dos obras, también sinfónicas, para nosotros muy queridas y muy importantes. Especialmente Letanías por el Azar.

Tiene sesenta años. ¿La edad cómo llega? ¿Tienen alguna previsión a futuro?

A mí me preocupa la edad. Fijate tu, cosa curiosa, porque me encanta esta tierra, me encanta este planeta, me encanta la vida. Me preocupa desaparecer. Es una lástima. Había un poeta muy antiguo, árabe, que se llamó Omar Kayaa, y dijo en uno de sus rubai: “Si hubiesen tenido que pedir venir yo no habría hecho, jamás, pero ahora que estoy aquí ¿Cómo voy a ser capas de irme?”. Y eso mismo a mí me pasa, es decir, me cuesta mucho irme de esta tierra. Pero también me induce a pensar que debemos apurarnos un poquito a realizar esa famosa obra de la cual yo te hablaba tanto.

No hay previsión. Recién ahora último nos empezamos a acomodar. Mira la edad en que venimos

recién a acomodarnos. De todas maneras alguien hizo algo muy lindo aquí en Chile por los músicos, que es la Sociedad del Derecho de Autor. Ellos se han preocupado, incluso, de que nuestro derecho de autor prevalezca en el tiempo. Nosotros la previsión no la vemos nunca pero en este momento tomamos la administración muy en serio, por primera vez en la vida y desgraciadamente no lo hicimos antes, y estamos haciendo una fundación; no solo una fundación de esas que se conocen, sino que también estamos fundando nuestra manera de previsión.

La Fundación Los Jaivas. Cuál es su objetivo ¿Conservar el patrimonio del grupo? ¿Hacer un semillero con escuelas de música?

Exacto, ese es el objetivo. Además benéfica porque puede también promover proyectos. No tenemos cargos en la fundación, lleva nuestro nombre. No podemos tener cargos pero si podemos dar ideas. Podemos proponer proyectos a la fundación. Con ella pretendemos preservar el nombre de Los Jaivas para las futuras generaciones. Para que a través de ella se preserve todo el patrimonio Jaiva, a todo nivel. Y para nuevos proyectos que ojalá se produzcan en cantidad.

Conceptos que quieren explorar a futuro ¿Hay algo latente?

La música sinfónica nos tiene bien metidos y por ahí quisiéramos incursionar mucho más puesto que antes nosotros hacíamos una música más instrumental. Eso se resolvería con esta música sinfónica. Nosotros nunca hemos olvidado la manera instrumental de expresión jaiviana, y nunca la olvidaremos. Consideramos que en este momento como ya hemos tenidos tan grandes perdidas, como la de Gabriel primero y de Gato ahora, es lo que más nos convendría, ahora más que nunca, hacer música sinfónica. Nosotros hemos tenido siempre la imagen de que Sud América tuviera culturas paralelas, como si aquí existieran cosas que no se han desentrañado nunca. Como si Sud América fuera misteriosa y perdida todavía y, en cierta manera, aplacada por el pensamiento europeo. Nuestra idea es desempolvarla. Pero nosotros hemos trabajado siempre a nivel intuitivo, porque la música es siempre pura intuición. Sin embargo, creo que en mi trabajo literario he comenzado a hacer algo más cerebral, algo más filosófico; algo más, como se puede llamar, concreto. Pero la razón de Los Jaivas ha sido siempre pretender estar descubriendo una América oculta, una América que no está en los libros, que nunca se hubiera conocido y que hasta el día de hoy aun no se conoce. Es por eso que nosotros proponemos esos ritmos. Creemos tomar el espíritu del continente, un espíritu que está sobre todo el cotidiano, eso es fundamental, por sobre todas nuestras historias individuales como países, que hay una conciencia subterránea que deberíamos descubrirla, y ha sido nuestra pretensión durante muchos años.

Redondeando la conversación: ¿Qué legado dejan Los Jaivas?

Hace un rato casi me cayeron las lágrimas cuando entré al sitio Web sitio cuecachilena.cl, que me lo recomendaron, justamente, los cuequeros, y cual no sería mi sorpresa, tanta sorpresa no fue, encontrarme con muchas coplas para el Gato y para Gabriel Parra; debajo de la foto de Gabriel decía: “El mejor baterista de cueca que haya existido. Ese fue, para mí, un impacto muy grande porque venía de la parte más popular y típica chilena que es la cueca. Yo sabía que Gabriel era bueno para tocar cuecas y a nosotros también nos gustó mucho; pero de ahí a que los propios cuequeros lo consideren el mejor baterista de cueca... eso para mí fue una emoción hasta las lágrimas. Yo creo que el legado nuestro está claro: haber propuesto una chilenidad: La búsqueda también de la sudamericaneidad. Estos son elementos que han sido desechados durante muchos siglos y en algún momento consideramos que los teníamos que recuperar. Ese ha sido nuestro arte: proponer una chilenidad y proponer un futuro en este descubrimiento de la chilenidad: que es lo que es ser chileno, como se entiende ser chileno, que es lo que nos rodea.

¿Cómo se condicen la chilenidad y el sudamericanismo con instrumentos eléctricos y sintetizadores?

Nosotros de todas maneras consideramos que no todo es desechable. A los instrumentos europeos que llegaron a nuestras manos no encontramos necesidad de desecharlos. Fuimos culturizados y traemos los genes la cultura que venía con estos instrumentos; solamente que nosotros, usándolos, como dice su nombre, como instrumentos, los utilizamos para poder expresar nuestros sentimientos.

¿Cómo se evidencian las raíces europeas?

Claro, nosotros sabemos que tenemos que tener raíces europeas. Nosotros trabajamos justamente europea. La estructura tradicional de una canción, la manera de esgrimir una sinfonía. No hemos sido capaces o no hemos querido, o no se nos ha dado en nuestros cerebros la... Porque: ¿Cómo toca un músico amazónico? ¿Cuál es la música amazónica pura? ¿Cuál es verdaderamente la música mapuche? Tenemos muy pocos antecedentes. En el fondo yo no soy mapuche ni amazónico; entonces es muy difícil actuar. No puedo cambiar mi sangre, me costaría mucho actuar como un mapuche. Entonces hemos tenido que revindicar esas culturas. Buscar en lo que nosotros creemos que son sus creencias. Pero finalmente no podemos ser ellos.

Pero hay una identificación muy fuerte con ellos

Eso sí, de todas maneras. Creo que la identificación empieza porque nosotros consideramos que estos baluartes, como dice Neruda y muchos otros poetas del continente, como dice Gabriela Mistral, que nos rodean: las montañas, nuestra naturaleza. Para eso nosotros hemos cantado en tono menor, dice Gabriela Mistral. Ahora se necesita a alguien que cante a estos baluartes en tono mayor. Ahí vino Neruda que efectivamente cumplió los sueños que tan humildemente Gabriela había propuesto.

¿De donde nace la responsabilidad de cantarle a la tierra?

Eso es intuitivo y pura razón humana, es decir: cuando Gato dijo: “El cielo es azul y la cordillera blanca, blanquita” yo me emocioné mucho, hasta las lágrimas, porque hasta el día de hoy sigo con una relación muy directa y mística hacia la cordillera. No me preguntes por qué. Yo sé que existe y la he trabajado profundamente. Me interesa mucho. Es ella la que nos da todos los alimentos. El agua que viene de ella alimenta todo nuestro continente.