TOMÁS DEL REAL: “EN VIOLETA SE ENCUENTRA UNA LUZ DE ESPERANZA, LA RESILENCIA ESPIRITUAL DE UN PUEBLO OPRIMIDO”.

Por Matías Correa

A Tomás del Real lo conocí en Cahuil hace algunos años, donde junto a un grupo de amigos produjo Etno Cahuil, escuela de verano de folclore del mundo, instancia en la que participé y disfruté. Pasando el tiempo la carrera de Tomás creció para convertirse en una figura destacada en su generación. Por esta razón y por sus conocimientos musicales le pedí esta entrevista, que se realizó en el invierno del 2019, a la cual accedió amistosamente.

Semanas después de esta conversación se produjo la gran revuelta conocida como estallido social, producto de lo cual nos fuimos dejando llevar por la contingencia. Poco después llegó la pandemia y así se fueron sucediendo las cosas, una tras otra sin cuartel. En el intertanto Tomás ha seguido publicando música y ha sido merecedor al premio de "Mejor Disco de Música Raíz" en Premios Escuchar 2021.

Ahora, a más de un año y medio de esta conversación, que transcurrió a eso de las 16 hrs en una apacible banca del Parque Pucará en Ñuñoa, ha llegado el momento de compartirla. Como bien dice el dicho: más vale tarde que nunca.

¿CÓMO FUE TU ACERCAMIENTO A LA OBRA DE VIOLETA?

Creo que la descubrí igual que todos: de una manera mucho más orgánica de lo que pensamos. Cuando estamos en el colegio y de repente te tiran la versión que hizo ella del “Casamiento de Negros” o alguna canción celebre. Pero creo que realmente la descubrí en la adolescencia. Algo muy generacional también. A medida que iba creciendo, como persona interesado en la música tuve un periodo rockero y otro momento de encontrar raíces. Preguntándome: ¿para donde quiero ir? Y encontrar a la Violeta fue fuerte. Me costó entender por qué me gustaba en esa época; ahora lo he analizado como mirando hacia atrás y claro: devoré casi todos los discos que podía encontrar y me interesaba por ejemplo los que hacía con recopilaciones. La tonada o la cueca presentada por la Violeta. Estoy muy pegado con “Las Últimas Composiciones”, también con ese tema de la temporalidad con que ella juega: ¿por qué decidir que es las últimas composiciones de la Violeta Parra…? Tengo un rollo con el tiempo y siento que la Violeta entendía todo eso de afuera.

¿A QUÉ TE REFIERES CON EL ROLLO CON EL TIEMPO?

Como de la temporalidad de la gente, la inercia de la muerte. Para mi la música y las canciones son encapsular momentos infinitos. En un mundo efímero tu agarrai y tienes una burbuja, que puede ser tu contexto, un paisaje, puede ser una sensación, lo que tu elijas y puedes volver a él eternamente. Puedes matar a una persona pero no puedes matar a una canción. Eso como premisa del cancionismo y de la composición.

Creo que la Violeta lo tenía muy claro y eso siempre me pareció interesante. Como ir al museo hace poco y revisar los libros y darse cuenta que ella sabía que alguien lo iba a leer.  Y la forma de como trabajar su material, creo yo, que también tenía esa concepción: súper amplia.

¿POR QUÉ PIENSAS QUE ELLA SABÍA QUE ALGUIEN LO IBA A LEER?

Porque la forma en que uno escribe: cuando es para uno es de una forma, cuando uno sabe que ese libro va a terminar en un museo hay una forma de organización distinta. Me parece que ella lo tenía claro. El puro hecho de sacar un disco y que este se llame “Las últimas composiciones de Violeta Parra”. Es como cerrar un ciclo muy consciente de lo que ella es y muy consciente de lo que va a ser para su carrera y para la posteridad.

TU MIRANDOLA DESDE HOY, ¿TIENES LA IMPRESIÓN DE QUE ELLA SABÍA LO QUE IBA A SIGNIFICAR VIOLETA PARRA EN EL FUTURO?

Yo creo que ella siempre supo lo que valía, pero la siento un gran ejemplo de lo difícil que es vivir de la música en Chile, de la resiliencia que se necesita y las dos caras de la moneda. Ahora, ponte tu, están los músicos chilenos en que uno dice: oye, a este loco le va bakán… y después uno habla con ellos y en verdad no es tan fácil la cuestión. O sea: aunque uno crea que a una persona le puede estar yendo muy bien, la realidad es bastante lejana de la imagen que uno tiene de esa persona. O que llega alguien y te dice: te está yendo bakán! Que bueno! Ahí uno se da cuenta de eso… y a la Violeta le pasó lo mismo. Me acuerdo el año pasado estuve compartiendo con don Ernesto Cavour, me contó que cuando fue la Violeta a Bolivia no la pescaba nadie. Ella tenía muy claro el ritual de la música que era para ella y el respeto que necesitaba para un concierto. Y la realidad de Bolivia era que ellos querían jolgorio y pasarlo bien. Entonces hay una constante de falta de reciprocidad a alguien que se está entregando por completo.

De hecho hace poco leí que salieron unos fragmentos de la carta que le dejó a Nicanor y decía cosas como… “yo lo di todo y no había nadie para recibirlo”. Es fuerte esa frase pero hace sentido, hasta ahora. Esperemos que eso está cambiando un poco y la reciprocidad del universo igual te da de otras formas. Pero yo creo que lo ves como tu mismo como cancionista: tanto sacarse la cresta, dar y dar, y a veces la reciprocidad que uno espera está super lejos. Claro, se muere la Violeta y todos la celebran pero cuando ella pidió ayuda ¿Quién estuvo ahí?

¿HAS ENTRADO EN CONTACTO CON LAS ANTICUECAS, CON EL GAVILÁN? CON SUS PIEZAS PARA GUITARRA.

Si, El Gavilán, El Joven Sergio, las anticuecas… lo he estado pensando ahora que me lo planteas, ¿cuál es la influencia más directa de Violeta Parra en las nuevas generaciones? Y en este caso, yo que hago fusión de folk con música del mundo; para mí el legado que deja ella, más que la música en si que es espectacular, es una forma de desarrollo. Como su frase célebre: “la canción es un ave sin plan de vuelo”… que buena forma que el legado, en vez de hacer quinientas versiones a Gracias a la Vida, seguir la idea de como desarrollar la música, ella lo tenía muy claro. Entender las reglas y después romperlas. El Gavilán… ¡weón es una pieza espectacular! Pero tu vez la partitura y vez que todas son métricas irregulares, algo super progresivo. Pero ella nunca lo pensó así. Creo que fue algo muy orgánico. Esa es “la canción sin plan de vuelo”, el “odia las matemáticas y ama los remolinos”. Ese es el ejemplo máximo que creo que hay que seguir de la Violeta.

¿TE PARECE QUE TIENE EL LUGAR QUE LE CORRESPONDE EN NUESTRA SOCIEDAD?

La verdad es que no sé. Me acuerdo que hice una cueca cuando fue el centenario de la Violeta y encuentro hermoso que la celebren, pero que todos los políticos anden hablando y que todos los músicos también anden como agarrándose de ella. ¿Cuál es la gracia de seguir haciendo lo mismo? El legado es real… creo que ella se merece mucho, nosotros le hemos dado muy poco, y no sé si la forma en la que se le está dando es la correcta.

DESDE DISTINTOS ESTILOS LOS MÚSICOS DICEN: NOSOTROS SOMOS LOS HEREDEROS DEL TRABAJO DE VIOLETA PARRA.

Encuentro que la Violeta Parra, casi como una constitución está muy interesante, los planteamientos que ella tiene como sobre el arte son muy interesantes.

Es bueno conocer: pasa mucho con los músicos de música popular que se pasan al folclore: si tu conoces algo muy superficialmente y lo usas muy superficialmente es un apropiamiento cultural. Ahora, si uno entiende las reglas y uno conscientemente, conociendo los lenguajes, hace una decisión de romper eso es otra volada. Y es eso lo que hacía la Violeta. Si yo quiero hacer un desarrollo que sea desde la ignorancia parcial, no de la ignorancia total. Entendiendo que quiero hacer con ese lenguaje, que quiero hacer yo, y que al tomar esta decisión es una postura política, cultural, social y no desde mi nebulosa de mi imaginario de lo que es algo. Siendo que yo probablemente he cruzado esa línea muchas veces. Pero es proceso de entenderse y aprender. Pero creo que es importante y que viene mucho de la Violeta también. Ella conocía bien los ritmos e hizo un trabajo de recopilación espectacular y después lo hizo mierda.

¿EN QUÉ SENTIDO LO HIZO MIERDA?

Lo hizo mierda porque después hizo la música que quiso, la música que quería hacer, música desde todos los espacios posibles: desde el amor, desde la rabia. La música desde la rabia también es folclore; pero tal vez desde su contexto, desde esa época, pasó a ser progresivo, punky, rock. Ese es su folclore igual. El concepto de folclore igual es súper etereo.

¿QUÉ ES EL FOLCLORE?  

El folclore, por si mismo, está. Uno no crea folclore, uno no hace folclore. El folclore es: la plaza, los perros, la gente conversando. En términos musicales creo que cuando la canción es más grande que el autor y podemos conocer el autor… pero si no conociéramos el autor está ahí igual, ya sería folclore. Yo encuentro que “La Reina del Tamarugal”, siendo que es de los años ’70, yo la encuentro folclore. Eso es una apreciación muy subjetiva y muy personal. Y uno va a cualquier parte de Chile y el 90 % no va a saber quien hizo la canción, pero se va a saber la canción, la va a conocer, se va a saber la melodía.

PASA A SER DE LA GENTE.

Es de la gente, del pueblo, y es un reflejo de una sociedad, en este caso un nicho en particular que sería como… una celebración religiosa espiritual.

¿QUÉ PIENSAS DE QUE SU CANCIÓN MÁS CONOCIDA SEA GRACIAS A LA VIDA?

Como canción más visible, pero yo no sé… casi marketing lo encuentro. Es como el poema más conocido de Nicanor Parra es ”El Hombre Imaginario”: no sé qué tanta gente entenderá que el hombre imaginario habla que lo único real es el dolor. No sé cuanta gente en verdad le habrá sacado el rollo y yo encuentro que “Gracias a la vida” tiene un lado B. Creo que todavía me falta analizarlo más, pero en el contexto que todos conocemos de la Violeta darle gracias a la vida no es solo agradecerle a la vida, hay mucho más adentro. Qué… no estoy seguro.

ASÍ, A VUELO, ¿QUE PIENSAS QUE PUEDE HABER AHÍ?

Puede ser una carta de despedida también, siendo que la debe haber escrito muchos años antes, pero esa información va rondando en la cabeza. Por ejemplo, pienso que “La Jardinera”: “y si acaso yo me ausento antes que tú te arrepientas… heredarás estas flores”. Eso es una carta de suicidio. Esa es mi lectura.

Es interesante cuestionarse eso porque la gente… a eso es lo que voy, encuentro que es más marketing. ¿Por qué “Gracias a la vida” es conocida? Porque la gente dice: “que buena, mira esta canción feliz que tenía la Violeta Parra”. La Jardinera, Gracias a la vida; pero es una visión muy superficial. Todo en la vida tiene un contexto, como si tu lo vez desde el contexto de la Violeta Parra, no del contexto de la felicidad de la vida, que dice textualmente, cambia la canción.

¿COMO VES LA TENSIÓN ENTRE DAR GRACIAS A LA VIDA Y TERMINAR TOMANDO UNA DECISIÓN COMO EL SUICIDIO?

Mirándolo desde ahora que analizamos esto no lo veo tanto como contraste, lo veo como: esto es lo que es, esto es lo que fue, y aún así lo agradezco.

¿UNA CARTA DE DESPEDIDA?

No sé… La Jardinera también es una carta de despedida. Es todo un proceso. Yo encuentro como cancionista y como compositores hay épocas donde hay información que se va decantando de a poco. No creo que ella haya sido tan consciente.

¿QUÉ DISTINGUES ESPECIALMENTE DE SU LENGUAJE POÉTICO Y MUSICAL?

Creo que hay un trabajo super importante de empatizar con el pueblo y con la gente. Sabiendo que la música no era solo para ella. Creo que eso igual, siendo que hay canciones de la Violeta para la Violeta, también hay canciones que son muy para que le sirva a otra gente. Creo que está de todo. Ella tuvo periodos en que agarró un espectro muy amplio: canciones festivas, la época en que tocaba con sus hermanas. Crea que la influencia de eso, ir a tocar en el campo para las fiestas, hay un repertorio que va por ahí. Hay otro repertorio que es mucho más autorreferente, que uno es super emocional y otro es casi histórico. De nuevo hablo de Nicanor: “La Cueca de los Poetas”. Sabiendo que ellos están ahí en el Olimpo de la cultura local. Teniendo en cuenta que ellos son lo que son. Siendo que se puede tomar como pretensioso, tenían razón. Está bien a veces saber que ellos iban a ser importantes y si lo quieren plasmar de una forma textual. Por ejemplo en “La Cueca de los Poetas”: “corre que ya te agarra Nicanor Parra”. El se quiere desligar un poco, decir como: “estoy jugando aquí mientras todos estos…”, ¡pero está ahí! Igual es uno de los poetas.

Esto de una forma poco pretenciosa, encuentro yo: él sabe que es parte de este grupo de personajes siendo que él se ve desde afuera, como desde la tierra. Huidobro decía: “el autor es un semi dios”. Y Nicanor todo lo contrario: tomar el lenguaje de la tierra y de la gente y el dialecto del campo y ponerlo en un contexto poético. Entendiendo que todos somos poesía y todos podemos hacer poesía. Lo mismo que decía la Violeta: “crear no es algo mío, todos podemos crear”. Hay que darse el tiempo, darse el espacio de conectarse con uno mismo.


¿POR QUÉ A VIOLETA PARRA HAY QUIENES LA PONEN COMO LA MADRE PATRIA DE LA MÚSICA CHILENA? ¿POR QUÉ UNA MUJER COMO ELLA LOGRA ESE IMPACTO?

Yo creo que hay una mezcla de muchas cosas. Hay algunas cosas en las que podemos ser más objetivos. Como el contexto político y social. Que ella fue una mujer empoderada en una época terriblemente machista. La Violeta era una persona muy intensa que no dejaba a nadie indiferente. Te puede haber gustado, te puede haber caído pésimo. Entonces la música que hizo la Violeta, además de ser espectacular, como ella es un personaje tan impactante empezó a volar. Cuando murió ella, muy poco tiempo después, hubo mucha gente que se fue exiliada, mucha gente que empezó a viajar y la música empezó a expandirse. Primero por el continente, luego por Europa. Por ejemplo en Suecia, hay unos discos de la Violeta Parra hechos por una cantante finlandesa, gracias a la vida en versión sueco, la pusieron para el funeral de un primer ministro sueco. Después eso se popularizó enormemente. Para el centenario de la Violeta tocamos con Jan Hamardunken, otro de los personajes que es como el Joan Baez de Suecia. Él hizo discos de Victor y de la Violeta. Hizo ese trabajo que venía también desde el socialismo, de todo un grupo político que estaba luchando contra las represiones y todas las dictaduras de esa época. Entonces encontraron en Violeta lo mismo que encontraron en Dylan… y lo mismo que encontraron en Victor Jara.

¿QUÉ ES LO QUE ENCONTRARON?

La resiliencia cultural de un pueblo oprimidoUna luz de esperanza, de no tener miedo a decir las cosas. Un pueblo en que tu decías algo y te mataban, estos personajes como el Victor y la Violeta se paraban y decían las cosas. Y sin filtro. Y bonito aunque ni siquiera va por ahí, de lo bonito o no. Como decían las cosas y se involucraban más allá. Ese es el cancionismo que necesitamos de vuelta también.

¿HAY NUEVAS VIOLETAS?

Creo que la música chilena está viviendo un momento muy bueno, pero hay mucho ruido también. Hay canciones que he escuchado y trabajos que son muy valorables y que el tiempo dirá, van a quedar en el cancionero chileno, si o si. Pero el tema de la tecnología, el tema de las redes sociales, el tema de la política, en que nadie se quiere mojar el potito por lo volátil que es el mundo virtual, es complejo igual.

DESDE LA MIRADA DE TU GENERACIÓN, CON INTERNET, CON TODA LAS COMUNICACIONES Y LAS REDES SOCIALES. ¿UNA FIGURA COMO ELLA PODRÍA SURGIR HOY?

Lo que no tengo tan claro es qué tan pública fue ella en esa época. Sería distinta, habría cambiado el contexto, sería la Violeta igual pero sería diferente. Estaría ahí con el pañuelo verde probablemente, viendo las temáticas… ella estaba muy aterrizada de lo que estaba pasando. Entonces andaría por ahí… y hay otras Violetas, pero no hay que buscar a la próxima Violeta Parra, hay que buscar a la próxima Tere González, a la próxima… creo que por ahí va la cosa. Y es de lo mismo que hablábamos: ¿qué mejor legado que ver los valores del desarrollo humano y cultural y musical en vez de quedarnos pegados en rehacer música que tal vez la Violeta no sé que tanto habrá disfrutado? Y está bien, tampoco hay que darle el gusto a ella. Ella nos dejó esta cosa y usted ve que hará.

La música es la música y uno tiene que hacer lo que uno quiere mostrar. Esto es constitución básica de la música para mi: yo voy a hacer la música que quiero hacer y como la quiero hacer. Ahora, en las nuevas tecnologías, creo que está bueno entender cuales son las reglas del juego y como poder visibilizar de manera correcta tu material para no tener que comprometer tu música. Porque la música no se compromete. Eso es lo que uno ha aprendido de esta gente tan icónica: que la música es por la música. Uno puede aprender a como puedo mostrarla y por qué y como hacerlo de la mejor manera. Pero la música no se tranza.

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